Hoy, en pleno siglo XXI, gran cantidad de centros sociales, con una amplia programación artística, convierten este barrio en una de las zonas más alternativas e interculturales de la capital del Ebro. Así, la semana cultural celebrada en junio, diferentes festivales o los desfiles de la Modalena dan idea de la riqueza de sus actuaciones: música, teatro, cine, poesía, danza… La Magdalena (o también denominada sin la consonante “g”, es decir, Madalena) es el barrio de Zaragoza que más asociaciones tiene, cada una con sus tendencias o recorridos: Barrio Verde, El Guapo de la Foto, Sarpantana, Gusantina, Revuelta, Rasmia, Liberación, Envestida, Nogará, Recicleta, Towanda, Arrebato, La Colmena Zaragoza, El Cubo de las Artes…
Ahora, la Asociación Cultural La Colmena, cita en el número cuarenta y cinco (local) de la calle San Lorenzo, organiza el primer certamen de videocortos “El gallo de la Madalena”, que se celebrará TODOS LOS MIERCOLES DEL MES DE ABRIL. Al mismo tiempo, se organiza el montaje de una exposición en la sala común de la asociación con la intención de que el público pueda visitarla antes y después de las proyecciones. La idea es convertir esta muestra en un evento con periodicidad anual, con el pensamiento, primordial, de dar a conocer la dinamicidad de un barrio y sus colectivos dentro y fuera de él.
Y qué mejor que un concurso de cortometrajes con sus historias distintas, esas que rara vez aparecen retratadas en la gran pantalla por el cine más convencional, pero que resultan atractivas e interesantes. Alocadas y valientes, algunas no pasan de ser, esto es, intentos valientes y otras, claro está, superan expectativas. Este certamen, además de la exhibición de películas, se implica directamente en el impulso y apoyo a los cineastas del futuro, con la idea en los próximos años de consolidación de aquellos realizadores que comienzan su periplo cinematográfico, para intentar, al menos, dar muestra del espíritu contestario y rebelde, de compromiso, de un barrio del centro histórico de una ciudad llamada inmortal.
Una serie de películas, al fin y al cabo, que avanzan encadenando metáforas inesperadas, que construyen resonancias internas, relatos alegóricos de lucha, supervivencia y solidaridad. Y para ello, como no podía ser de otro modo, el certamen cuenta con un histórico del cine independiente, profesor y activista cultural, el zaragozano Armando Serrano, al que se le entrega el “gallo de honor” a toda una trayectoria fílmica con ocasión de la proyección de varias de sus obras. Un certamen, a fin de cuentas, que también hace entrega de otros dos “gallos”: el del mejor cortometraje y el del más votado por el público asistente. Gallos que no cantan, efectivamente, pero esculpidos por el artista y organizador Nemesio Mata.